Escribe: Danny Marcos - Periodista.
Las autoridades de gobierno que hoy tenemos en el Perú, se hunden en el fango de sus ambiciones.
Han caído en tierra movediza, inestable a consecuencia de sus propios actos. Un
presidente que no acierta en soluciones y que no lidera nada, solo se tiñe de
ineptitud.
Un congreso genuflexo a intereses particulares y personales. Que solo
defiende y legisla a favor de sus lobbies. Que se entrampa en su propia ambición
por ganar mas poder. El congreso está peor que el ejecutivo.
Este panorama solo puede definirse como el preámbulo de algo más grave: Anarquismo.
Para no llegar a ese nivel ¿Qué debe ocurrir? Pues la verdad es hora que el
pueblo verdadero se una: los sindicatos verdaderos; los campesinos cansados de
los ofrecimientos incumplidos; los de clase media que votaron por Castillo para
evitar que Keiko haga su festín de poder junto a sus aliados de la derecha recalcitrante;
ese es el pueblo real que debe organizarse para acabar con este teatro en el
gobierno.
Esta obra comidramática que personifica Castillo, su entorno; y, el
congreso con sus azuzadores y cavernarios legisladores, gritando vacancia y al
mismo tiempo temerosos de que se vayan todos. Mientras esto ocurre, la población
en su mayoría siente impotencia al ver que el precio de los alimentos sube; que el precio del gas se va a las nubes y que los sueldos ya no alcanzan.
Dónde están los combativos de la CGTP, esos que hacían temblar gobiernos,
acaso han claudicado; donde los dirigentes del combativo SUTEP, ¿acaso
cumpliendo fielmente sus clases virtuales o en aula? Y donde están los líderes y lideresas
que salían en campaña a decir que ellos tenían la receta para el desarrollo del
país, ¿Acaso, haciendo un nuevo Plan de Gobierno? Dónde están los
universitarios indignados y combativos ¿Acaso consagrados a controlar su rebeldía
ante el oprobio?
Y si a nivel nacional la afonía capturó a todos los que deben levantar voz,
en las regiones como Lima Provincias estamos peor. Todos los “políticos” están
preocupados en pintar paredes; en pelear por el puesto de candidato; en
conformar sus enclenques planchas electorales; en ocultarse ahora para salir después a decir que son la mejor opción; cuando en realidad son más
de lo mismo e incapaces de hacer debate de ideas y de movilizar al pueblo a una misma idea.
El titular del diario la República hace evidente el gran descontento nacional. Todos se hunden en su propio fango de ambiciones, todos están en la lista
de los que el pueblo no quiere ver ni escuchar. Y solo el pueblo organizado debe
decidir. Para salvar al Perú secuestrado por un gobierno débil y un congreso
mafioso, no más resignación, es hora de la acción.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario