jueves, 24 de febrero de 2022

QUIEREN LA PRESIDENCIA, PERO LA DERROTA LOS PERSIGUE

 


Los grupos políticos situados en la ultra derecha están cegados en el Perú. No se dan cuenta de la impopularidad que gozan entre la población. No los quieren. Sus actos, desnudan sus intenciones desesperadas de ambición por el poder. Eso les quita el sueño.

Son grupos con “líderes” intolerantes, metidos en la política peruana, que le hacen daño al país. Usan su poder económico y sus alianzas con los grupos empresariales que siguen usufructuando con las riquezas del territorio peruano. Quieren a toda costa el poder, manejar el país a su antojo. En las últimas elecciones quedaron frustrados y vencidos. Ahora intentan resurgir colgándose del tema de la vacancia y utilizando a sus bancadas en el congreso.

Si pudieran instaurar una dictadura como la de Fujimori o peor, lo harían. Pero como el pueblo no los quiere se detienen. Se aguantan. Ninguno de ellos quiere aparecer o ganarse la imagen de dictador. No les conviene porque perderían todo. Por eso, maquinan, buscan inventar cualquier motivo para hablar y pedir la vacancia presidencial.

El pueblo quiere solución a sus problemas y ninguno de estos “políticos” y ex candidatos ha mostrado compromiso, ni interés por las necesidades del pueblo. Siguen indiferentes. No les importa nada, solo quieren el poder. No tienen partidos, representan más bien a clubes privados donde el mejor postor se hace candidato.

No saben cómo crear convulsión social, que la gente salga a protestar contra el gobierno y no pueden, quieren conflicto, enfrentamiento social, no les va importar si la gente se mata en las calles. Pero no se dan cuenta que no son referentes de ningún liderazgo. Solo han demostrado que complotan por el cargo, por conseguir la vacancia y luego el poder. Quieren el poder par aponerlo al servicio de sus intereses, personales y de grupo.

Y los problemas de la población que sigan igual. Debemos estar muy alertas. Estos grupos políticos y sus bancadas parlamentarias saben que no tienen los votos suficientes para aprobar la vacancia. Que es imposible, pero tercos intentan. Saben que sus argumentos de vacancia son cascarones, mentiras, inventos, acusaciones sin sustento, ideas subjetivas que responden a sus pensamientos e ideologías mal construidas.

Ver caer a Castillo es su gran deseo. Y también tumbarse a Dina Boluarte, y dejar el camino libre para que la presidenta del congreso Maricarmen Alva, convoque a elecciones. Y si esa figura ocurriera -acto que es imposible-, aún creen estos grupos que uno de sus líderes ganaría las elecciones. Se engañan rotundamente: ninguno -sea Keiko, López Aliaga, Hernando De Soto-, serían elegidos en una elección presidencial, porque la población ya sabe quiénes son.

La desesperación por el poder los ciega: no aceptan que la gente no los quiere. Se resisten. Para ellos el fin justifica los medios. Quieren la presidencia, pero la derrota los persigue.

Escribe: Danny Marcos - Periodista

martes, 22 de febrero de 2022

DOBLETE DE CUEVA EN AL-FATEH

CASTILLO NO COMETE ERRORES, CAE EN DESASTRE POLÍTICO.


Castillo ya perdió el hilo de la verdadera comunicación. Se pone duro, terco, se encierra en su ostra personal. Califica y pone muros, ¿Se siente intocable? Y no valora la pericia que debe tener al momento de manejarse ante la presencia de los periodistas. Castillo no sabe que la comunicación es esencial. El es el protagonista principal y debe responder. Antes debe aprender a responder. O que alguien le diga mínimamente cómo hacerlo.

Por sus propios actos y sus palabras, Pedro Castillo el presidente que la mayoría de peruanos eligió. camina perdido en el cargo. Genera su propia crisis, se auto elimina, se suicida políticamente. Y no una, sino varias veces en este corto tiempo en el gobierno.

Cree el presidente Castillo -como muchos alcaldes, gobernadores y consejeros regionales y ahora también candidatos-, que posar ante las cámaras sonrientes, lanzar un spot musicalizado, o abrazando al más pobre, lograrán ascendencia en la opinión pública. Error total. No hay análisis ni estrategia en el entorno de Castillo. Menos en sus asesores de comunicación.

Hace falta táctica, estrategia con planificación, sentarse a la mesa y repensar lo que se está haciendo. Lo mínimo saber en qué momento, en qué lugar, con cuanto tiempo, cómo actuar y ante quienes lo hará el presidente para responder bien. No para cometer el error de decir: "Esta prensa es un chiste", cuando se sabe perfectamente que es la prensa a la que se enfrenta todos los días y que esperan una respuesta, buena o mala, del presidente.

Y ahora vuelve a cometer otro error: poner un muro de policías ante los hombres y mujeres de prensa que solo quieren hacerle preguntas: a favor o en contra, pero al final la prensa cumple su labor. Es responsabilidad de los asesores de castillo plantar un estrategia, para asumir el reto. Pero no lo hacen, porque ya demostraron que van en sentido contrario y el incendio político que se ha iniciado crece con lenguas mucho mas grandes que amenazan con convertir en cenizas a Castillo y su entorno más cercano.

No hay una estrategia genuina para apagar el fuego, sino para echar más leña. Así Castillo destruye el consenso, y abre el reproche político y de la población. Hace falta discernimiento, y evitar la mala praxis en los actos públicos de gobierno. Cuando los verdaderos políticos responden bien a una crisis, el daño es mínimo, manejable; cuando fallan, el impacto de la crisis es severo, inmanejable, prolongada. Destruye la reputación. La crisis se hace traumática. 

No se trata de decidir si el escenario es de riesgo o no. Lo va ser si tenemos un presidente que genera interés para bien o para mal. Lo mejor sería tratar de prever los golpes que se van a recibir, la dificultad o intensidad del golpe para saber esquivarlo. En el gobierno eso no se hace, esta claro. Por eso, Cada vez que habla o hace algo, Castillo no comete errores, cae en desastre político.