Los grupos políticos
situados en la ultra derecha están cegados en el Perú. No se dan cuenta de la
impopularidad que gozan entre la población. No los quieren. Sus actos, desnudan
sus intenciones desesperadas de ambición por el poder. Eso les quita el sueño.
Son grupos con “líderes”
intolerantes, metidos en la política peruana, que le hacen daño al país. Usan su
poder económico y sus alianzas con los grupos empresariales que siguen usufructuando
con las riquezas del territorio peruano. Quieren a toda costa el poder, manejar
el país a su antojo. En las últimas elecciones quedaron frustrados y vencidos.
Ahora intentan resurgir colgándose del tema de la vacancia y utilizando a sus
bancadas en el congreso.
Si pudieran
instaurar una dictadura como la de Fujimori o peor, lo harían. Pero como el
pueblo no los quiere se detienen. Se aguantan. Ninguno de ellos quiere aparecer
o ganarse la imagen de dictador. No les conviene porque perderían todo. Por eso,
maquinan, buscan inventar cualquier motivo para hablar y pedir la vacancia presidencial.
El pueblo quiere solución
a sus problemas y ninguno de estos “políticos” y ex candidatos ha mostrado
compromiso, ni interés por las necesidades del pueblo. Siguen indiferentes. No
les importa nada, solo quieren el poder. No tienen partidos, representan más
bien a clubes privados donde el mejor postor se hace candidato.
No saben cómo crear
convulsión social, que la gente salga a protestar contra el gobierno y no
pueden, quieren conflicto, enfrentamiento social, no les va importar si la gente
se mata en las calles. Pero no se dan cuenta que no son referentes de ningún liderazgo.
Solo han demostrado que complotan por el cargo, por conseguir la vacancia y luego
el poder. Quieren el poder par aponerlo al servicio de sus intereses, personales
y de grupo.
Y los problemas
de la población que sigan igual. Debemos estar muy alertas. Estos grupos políticos
y sus bancadas parlamentarias saben que no tienen los votos suficientes para aprobar
la vacancia. Que es imposible, pero tercos intentan. Saben que sus argumentos
de vacancia son cascarones, mentiras, inventos, acusaciones sin sustento, ideas
subjetivas que responden a sus pensamientos e ideologías mal construidas.
Ver caer a
Castillo es su gran deseo. Y también tumbarse a Dina Boluarte, y dejar el
camino libre para que la presidenta del congreso Maricarmen Alva, convoque a elecciones.
Y si esa figura ocurriera -acto que es imposible-, aún creen estos grupos que
uno de sus líderes ganaría las elecciones. Se engañan rotundamente: ninguno -sea
Keiko, López Aliaga, Hernando De Soto-, serían elegidos en una elección presidencial,
porque la población ya sabe quiénes son.
La desesperación
por el poder los ciega: no aceptan que la gente no los quiere. Se resisten. Para
ellos el fin justifica los medios. Quieren la presidencia, pero la derrota los
persigue.
Escribe: Danny Marcos - Periodista