lunes, 8 de diciembre de 2014

Una mejor esperanza para el 2018


Por: Danny Marcos.
Licenciado en Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión. Es director del programa periodístico “Punto Central” en Radio Latina – Huacho.
“El hombre sabio no debe abstenerse de participar en el gobierno del Estado, pues es un delito renunciar a ser útil a los necesitados y una cobardía ceder el paso a los indignos”, dijo el pensador griego Epícteto, cuya filosofía del estoicismo resaltó la libertad, la moral y la humanidad. (55 d.C.-135 d.C.).Sin duda, una verdad necesaria que debería gestarse desde ahora, y mirando hacia el 2018, porque los antecedentes políticos y de gestión nos demuestran que el continuismo del desgobierno, la corrupción y la actitud indiferente, que no permite atender las necesidades reales del pueblo que elige, seguirán pendientes por cuatro años más.
Para que esta realidad dramática cambie debemos contestarnos desde ahora quién o quiénes son los que realmente merecen llegar a gobernarnos mejor. Como sociedad civil, debemos elaborar una lista de criterios que eviten que cometamos más errores al elegir. Tenemos que comprometernos a aprender cómo fiscalizar, a saber decidir en qué momento actuar y a convencernos de que somos nosotros los que hacemos autoridades y que también podemos deshacernos, legalmente, de quienes nos gobiernan.
Se ha terminado una etapa más de proselitismo político y del más barato en ideas y propuestas reales, para combatir la inseguridad, el desempleo y la eliminación de la corrupción. Nadie ha mostrado capacidad de garantizar un gobierno eficiente y capaz de ganar legitimidad cumpliendo sus promesas. Tan solo acabamos de ver un festín protagonizado por actitudes oportunistas y caudillistas que confirman que vamos hacia otro gobierno de “más de lo mismo”.
Hemos sido testigos de la pugna desesperada y ansiosa por el poder. Hemos escuchado tristemente elogios y aplausos hipócritas que no se condicen con la realidad. Más bien, esos elogios y aplausos se convertirán en filas interminables de exigencias, de pedidos de cuotas de poder, de solicitudes de cargos y beneficios en la próxima gestión regional que empieza el 1 de enero del 2015.
No es pesimismo, sino realismo desde nuestra humilde opinión. Es reprochable más bien, el falso optimismo que le han metido en la mente a nuestra gente. Es indigno que los políticos de hoy se aprovechen de la ignorancia de la gente para cumplir su más anhelada codicia personal o de grupo. Pareciera que en la mente malsana de aquellos llevan la frase: “que el pueblo espere por siempre”.
Y es que el pueblo, en esa espera de cuatro años más, tiene que hacer un mea culpa: debe hacer el compromiso de que el 7 de diciembre no vuelva a repetirse en el 2018 con candidatos eternos e ineptos. El pueblo tiene que buscar y convertir en autoridad a quien realmente es honesto, emprendedor y capaz de gobernar realmente bien. Porque el mismo filósofo Epícteto dice: "Un barco no debería navegar con una sola ancla, ni la vida con una sola esperanza". Tampoco la política.