Por: Danny Marcos.
Director
Noticiario “Punto Central”
Decidir por el
no al indulto es hasta hoy, en este gobierno de Ollanta Humala, lo que muchos
recordarán con mucho beneplácito. Sobretodo aquella gente que
sufrió las consecuencias de la violación de sus Derechos Humanos durante el
período de gobierno fujimorista.
Ollanta
Humala, al asumir esta decisión, gana políticamente, se reivindica como gobernante,
se echa sobre los hombros las palmadas de respaldo, se fortalece en
medio de los problemas que aún le generan desaprobación como gobernante.
En medio de
acciones que rezuman corrupción y carcomen la ley en el sistema de gestión
pública, Ollanta Humala, da el mensaje de respeto a las normas y por
consiguiente a la institucionalidad democrática, que pide a gritos más
decisiones con criterio y tino de sus autoridades.
Se ha
seguido el debido proceso como se dice en las instancias judiciales. Humala ha
dado muestras de tolerancia y paciencia frente a la presión del sector
fujimorista y de otros quienes estaban a favor del indulto. Digo tolerancia y
paciencia porque el presidente con su formación militar pudo haber caído en el
error de dar respuestas apresuradas y mostrar una posición más emotiva que a
partir de la razón.
El informe
de la Comisión de Gracias Presidenciales que concluyó que Fujimori no reúne los
requisitos para obtener el indulto, es el instrumento que demuestra ante la
opinión pública que la decisión de Ollanta tiene la fuerza de la verdad y que
deja en claro que no tenía otro camino a seguir.
Pese a que
el gobierno de Alberto Fujimori, tuvo sus aciertos como la derrota del
terrorismo y el resurgimiento después del colapso económico que generó el primer gobierno
de Alan García, el próximo 07 de junio en el país flameará
una bandera peruana no sólo por la historia de valor de nuestros héroes, sino
también por la sensatez y el acierto de no defraudar a aquellos que vivirán el
resto de sus días recordando momentos de violencia, pues el no al indulto
representa para ellos el si a la justicia y la sanción a fujimori y su gobierno que generó además corrupción y dolor.
Al final, queda abierta la posibilidad de otro pedido
de indulto por cuestiones de salud, pero cómo hacerlo si los médicos han dicho
que Fujimori tiene dolencias que se pueden controlar con tratamiento. Sería
insensato que los familiares del ex presidente argumenten abuso de los derechos
de su líder en cárcel cuando justamente en su gobierno es lo que no se respetó
y que después lo condenó.
Ollanta Humala, ha afrontado el momento más delicado de su gestión. Creo que lo ha superado y bien. Sólo espero que no sea la única posición coherente y veraz en lo que queda de su gobierno. Si hace lo contrario, él mismo se dará políticamente el Tiro de... ¡gracias! porque la población lo desaprobará en un intento de reelección o rechazará a su candidato (a) en las próximas elecciones.