sábado, 21 de julio de 2012

SI DESAPARECIERON ELLOS, QUE NO LO HAGA LA JUSTICIA.


Por: Danny Marcos:
Periodista Lima Provincias

El fallo de la Corte Suprema que reduce las penas a los miembros del Grupo “Colina”, califica como de “lesa Humanidad”. Es un mal ejemplo para el mundo. Los autores del delito: el Juez Javier Villa Stein de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema. En mi opinión, la decisión es muy lesiva. ¿Qué podemos entender por lesa Humanidad? Hallé algo muy importante - espero sirva para revivir necesariamente esa conciencia legal y humana -, para hacer más justa la ley impuesta por el propio hombre. Y, sobretodo, por solidaridad con los deudos de los desaparecidos durante el gobierno fujimontesinista, en la provincia de Huaura, en la Región Lima Provincias y en el país.

Leí: “Son reos de delitos de lesa humanidad quienes cometan los hechos como parte de un ataque generalizado o sistemático contra la población civil o contra una parte de ella”. El juez Javier Villa Stein y la Corte Suprema decepcionan: sólo generan más desconfianza hacia el sistema judicial y acrecientan esa sensación de más corrupción. Enardecen los ánimos de quienes sabemos que es muy racional y legal la defensa de los Derechos Humanos.

Sigo leyendo: “el delito mencionado se configura cuando los ilícitos son parte de una política desarrollada estatalmente contra la población civil”. Esto es lo que todos concluímos cuando tratamos de entender la barbarie que cometió el grupo “Colina”: en Huacho y la provincia de Huaura; en las provincias del ámbito del Gobierno Regional de Lima Provincias son cita obligatoria y claros ejemplos el secuestro y asesinato de los integrantes de la familia Ventocilla(http://www.aprodeh.org.pe/index.php?option=com_k2&view=item&id=14:caso-ventocilla&Itemid=201); la desaparición forzosa del periodista Pedro Yauri Bustamante de quien sus restos aún no son hallados, después de aquella madrugada del 24 de junio de 1992, cuando ocurrió el hecho.(http://www.aprodeh.org.pe/index.php?option=com_k2&view=item&id=12:caso-pedro-yauri&Itemid=201)
Más adelante leo: “La condena de los delitos de lesa humanidad, protege en realidad la convivencia pacífica en sociedad. Su gravedad radica en que sea llevado a cabo por aquellos que tienen por finalidad defender o garantizar la convivencia pacífica”. O sea, quienes integran en ese momento el estado. Cae como anillo al dedo para lo que cometieron Fujimori y los integrantes del grupo “Colina”.

Y para culminar se me quedó grabado en la mente: “Lo que distingue a los crímenes de lesa humanidad radica en que son atrocidades cometidas por los gobiernos u organizaciones cuasi-gubernamentales en contra de grupos civiles que están bajo su jurisdicción y control”. Claro y preciso.

Termino diciendo con firmeza: ¡Si desaparecieron ellos, que no lo haga la Justicia! La reducción de las penas a los acusados de lesa humanidad, es un atentado vergonzoso contra la patria, más aún en el mes donde celebramos su aniversario. Le corresponde a nuestros líderes sociales, a quienes defienden la voz del pueblo, convocar y personalizar ese grito justo de saber que somos seres humanos con Derechos invulnerables y que quienes los violan deben ser sancionados como manda la ley, sin dar marcha atrás.

domingo, 15 de julio de 2012

¿ADÓNDE FUERON LAS PROPUESTAS DE CAMPAÑA?


¿HAY ALGUIEN SIN CUESTIONAMIENTOS?

Por: Danny Marcos.
Periodista.
Región Lima Provincias.

Es trágico ver y saber cómo las autoridades en todo nivel de gobierno alucinan ser los mejores. El ego triunfalista en medio de la actitud y aptitud obstinada, que sólo les muestra a los elegidos de la última campaña electoral, un mundo idealizado y desfigurado en la voz de los ayayeros y mequetrefes que pululan en el entorno de la gestión pública.
Díganme ustedes ¿a caso no es legítimo que el pueblo se sienta frustrado y deseoso de hacer justicia como siempre ha ocurrido a lo largo de nuestra historia? Las voces de reclamo tienden a seguir apareciendo. Que celebren aquellas autoridades que todavía no tienen un decidido grito parecido a: ¡conga no va!
En donde hoy hay protesta, sobran los argumentos para desbaratar rápido las imposiciones y los manejos subrepticios para opacar lo real, lo cierto. Sí, eso hacen actualmente los gobernantes, maquillaje puro, polvo para tapar los más intrincados actos indebidos que protagonizan con el dinero del pueblo en todas sus modalidades de corrupción: colusión, coima, malversación, falsedad genérica, entre otros.
Todos generan descontento. Todos tienen algo que les genera el rechazo de la población. ¿Es tan difícil caminar derecho? Escribió la polémica primera dama Nadie Heredia. Esa frase es como un anillo al dedo, como el guante de pugilista que les cae preciso a nada más y nada menos a su esposo y a nuestras autoridades que se burlan delante de las expectativas que, ellos mismos crearon, en la gente. Dicen que el poder envilece al ser humano. Creo que más a quienes gobiernan.
Salgamos de nuestro adormecimiento mental, hagamos escuchar nuestra voz. Estoy seguro que llegaremos a esta conclusión: “Ningún gobierno cumple. Los planes de gobierno propuestos en campaña electoral están en el olvido, se hacen polvo”.

DECEPCIÓN Y MÁS DECEPCIÓN

Todas las veces que hay una protesta las autoridades las minimizan. Cada vez que alguien fiscaliza surgen argumentos y posiciones absurdas: nadie quiere ser blanco de críticas. El fiscalizado y el fiscalizador se enfrentan y se dicen de todo. Se acusan y se denuncian. Así es este rosario interminable de “autoridades” que lucen desesperados en cada una de sus gestiones de gobierno. La pregunta es cómo terminarán.
En medio de la gordura de mente ególatra y  la física por los grandes banquetes que se dan ‘dizque’ trabajando por el pueblo y pasando todas las facturas como gastos de representación, se gastan la plata del pueblo. Pueblo que sigue trabajando y haciendo posible este país, pero trabajando en medio de una justicia social precaria. ¿Cuántos conflictos sociales quieren generar nuestras autoridades?
Los gobernantes han cambiado lo bueno por lo malo: El interés público sucumbió al interés de grupo. El Diálogo se esfumó ante la prepotencia, el ego y la omnipotencia. Las promesas de desarrollo cayeron en el olvido. Decepción tras decepción: sólo queda no equivocarnos la próxima vez en las urnas. Esperemos que aparezca un nuevo liderazgo, una nueva figura: confiable y sincera en política. Y por favor tampoco nos dejemos seducir por quienes ya gobernaron y que hoy se disfrazan de ovejas o en el peor de los casos de lobos redimidos.
Finalmente, otro error sólo se evitará si nuestra voz no sigue amordazada y maniatada. Hagamos como pueblo un referéndum social, una manifestación contra aquellos que nos gobiernan y mal.