Él no sabe nada; y él piensa que lo sabe todo. Eso apunta claramente a una
carrera política”,
dijo el dramaturgo irlandés Bernard Shaw. Es una sentencia que resume lo que
hoy son nuestras autoridades al frente de los municipios y del gobierno
regional de Lima. Una frase que nos recuerda el inicio de la “carrera política”
de ellos. Y con más razón – creen saberlo todo, y no saben nada-, cuando se
reúnen buscando solución al problema de la inseguridad ciudadana.
Durante la visita del ministro del interior Avelino Guillen, los alcaldes de la provincia de Huaura y el gobernador regional de Lima zafaron responsabilidades, hablaron haciendo gambeta al ministro; renunciaron al título de autoridades y se lavaron las manos pidiendo más comisarías, policías y presupuesto. ¡Y ellos qué hacen, qué han hecho! Gobernar bien es lo que precisamente no hacen. Gobernar bien, para exigir más, señores autoridades.
Las autoridades deben saber que con o sin mandato constitucional o legal, siendo alcaldes o gobernador, son la máxima autoridad en su distrito, provincia o
región. Deben velar por la seguridad de su gente: esa función no la asumen. Han
dejado de hacer prevención social con políticas a favor de jóvenes en riesgo; fomentar
el deporte, la cultura, recreación; y, la capacitación laboral para dar opciones
de empleo.
En vez de promover solución pacífica de los conflictos, son ellos quienes
generan más conflicto con la sociedad al no cumplir sus compromisos. La
identidad y cultura ciudadana no les interesa, ni recuperar el espacio público.
Tampoco promover organización vecinal y prevención comunitaria efectiva; solo de
palabra o; en otros casos solo temporal, para la foto.
Las autoridades han fracasado en el despliegue de acciones de control, al
no sistematizar información delictiva en trabajo conjunto con la policía. Municipios
y gobierno regional son islas perdidas en medio de su propio caos. Son el
problema dentro del problema, la obstinación que se regocija en el error. No
lideran los comités de seguridad ciudadana que presiden.
Los alcaldes han improvisado en acciones políticas, porque son indiferentes
y limitados para generar una estrategia integral, coordinar y supervisar las
acciones de control y prevención: los años han pasado y no han hecho un diagnóstico
y un plan de seguridad ciudadana, y por lo tanto tampoco tienen qué implementar
ni dirigir, ni evaluar, porque no hay plan terminado ni proyectado acorde con
la realidad de su distrito, provincia o rgión.
A ninguno se le ha ocurrido -y ahí demuestran que están limitados en ideas-
promover un centro de estudio, diagnóstico y análisis de información criminal o
delictiva, es decir un observatorio que haga el seguimiento de los sucesos
fuera de la ley y en base a eso asumir la toma de decisiones.
Al no hacer todo esto, los alcaldes que hoy nos gobiernan y los que nos
gobernaron, y los que quieren volver a repetir el plato de volver a ser alcaldes
han perdido autoridad ante la población. Por eso, la población hoy expresa un resentimiento
y rechazo hacia quienes gobiernan o pretenden gobernar. No hay propuesta, no
hay lideres verdaderos, no hay mente con ideas que se traduzcan en acciones a
favor del bienestar de la población. Son alcaldes que fracasan en la gestión de
soluciones contra la inseguridad ciudadana.
“necesitamos trabajar alcaldes, gobernador, juntas vecinales y ministerio.
Podemos dar golpes fuertes a la delincuencia, depende de nosotros, nuestra
decisión y entrega, de trabajar juntos; queremos otro tipo de policías, policía
que brinde confianza y seguridad al ciudadano; alcaldes que tengan una gestión
eficiente, que utilicen sus recursos para seguridad ciudadana, y no lo utilizan
óptimamente, el alcalde tiene que liderar el tema de la seguridad ciudadana”,
ha dicho el ministro del Interior Avelino Guillen.
El dramaturgo irlandés Bernard Shaw también dijo: “El progreso es imposible sin cambio; y aquellos que no pueden cambiar sus mentes no pueden cambiar nada”. Frente a la inseguridad seguiremos sin ideas de cambio y solución. Una vez más estoy seguro que eso quedará en palabras.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario