sábado, 25 de enero de 2014

¿DESESPERACIÓN EN EL FUJIMORISMO?

FUJIMORISMO 2014: ¿A GUILLERMO AGUERO LO SENTARON?
Editorial de Punto Central Noticias. Por: Danny Marcos.- La situación del ex alcalde de la provincia de Huaura, Guillermo Agüero, dentro del fujimorismo, debe ser analizada desde una óptica diferente. No solo con ojos de expectativa electoral, sino también con visión de qué está pasando con las organizaciones políticas que pretenden llegar al poder este 2014 en las elecciones de octubre próximo.

La necesidad de un tan esperado Outsider (Persona desconocida que compite y que tiene pocas posibilidades de ganar, pero al final resulta ganando al favorito o a los que tienen más posibilidad), hoy se ha hecho aspiración ineludible en la ciudadanía por dos factores muy evidentes: primero, la palabra (promesas de campaña) incumplida por los que hoy nos gobiernan; segundo, el rechazo de la población hacia esos gobernantes errantes. Eso ocurre y se hace notar a lontananza en la provincia de Huaura.

Esos dos factores mueven la brújula de los partidos y movimientos en varias direcciones, evitando que sus decisiones se mantengan hasta el final. Por eso, a estas alturas de la campaña, tenemos candidatos que dejaron una camiseta para ponerse otra, grupos de militantes yendo y viniendo en busca de su conveniencia, alianzas que sólo se hacen con el hígado, y “líderes –caudillos”,  que hacen y deshacen por tan solo conservar o tener el poder.

Guillermo Agüero es uno de los personajes que saborea la consecuencia de las incoherencias de quienes muestran desesperación de poder. Le pusieron la camiseta de Fuerza Popular, lo pasearon ensalzándolo hasta más no poder, era el ganador, lo aplaudían y vitoreaban como el próximo alcalde provincial, lo abrazaban, de a poco lo endiosaban, resaltaban sus buenos actos de gobierno, lo presentaban entre los pobres y afligidos como la única solución, y, al final los fujimoristas parece que se cansaron del ex alcalde para dejarlo abandonado después de utilizarlo como su mejor bandera.

Ni Guillermo Agüero, ni nadie en política, merecen una burla así. Así ha ocurrido: Agüero recibie la puñalada después del beso de invitación; el golpe después de las caricias, el “vete” después del “ven conmigo”. Lo que le hacen a Agüero solamente refleja lo tan incoherentes que resultan los fujimoristas u otros personajes cuando están en política; y nos reafirman, quizá, que quienes quieren gobernar son iguales o peores a los que ahora nos gobiernan. Al final FP rezuma Fuerza Popular o Festín por el Poder.


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